
SANTO DEL DÍA
SAN MARCELO I (+309)
San Marcelo I fue el Papa número 30 de la Iglesia Católica, sucedió al Papa Marcelino después de que este muriera , su pontificado duró tan solo un año, en él se dedicó a reorganizar las Iglesias pues estas habían sido dañadas por causa de la persecución de Diocleciano, comenzó a restaurar templos, animar a los cristianos y a mantenerles su fe, dividió Roma en veinticinco (25) sectores y les asigno párrocos e hizo volver a muchos a la religión que habían renegado de su fe, sin antes hacer acto de penitencia, más adelante muchos no estaban contentos con su labor apostólica y deciden acusarlo ante el emperador Majencio, quien desterró al Santo expulsándolo de Roma, luego San Marcelo se hospeda en la casa de una laica y desde ahí animaba la fe de los laicos, luego el emperador al enterarse lo destierra y lo lleva a trabajar en zonas de caballería y pesebreras de la zona, muere en el exilio
Evangelio del día
San Marcos 1, 40-45
En aquel tiempo, se le acercó a Jesús un leproso para suplicarle de rodillas: “Si tú quieres, puedes curarme”. Jesús se compadeció de él, y extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: “¡Sí quiero: sana!” Inmediatamente se le quitó la lepra y quedó limpio.
Al despedirlo, Jesús le mandó con severidad: “No se lo cuentes a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo prescrito por Moisés”.
Pero aquel hombre comenzó a divulgar tanto el hecho, que Jesús no podía ya entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera, en lugares solitarios, a donde acudían a él de todas partes.
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- En el Evangelio de este día una vez más el Maestro sana, devuelve la dignidad a un hombre atado con la enfermedad de la lepra y discriminado por la comunidad, quien padecía de esta enfermedad estaba contaminado a causa del pecado según la ley.
- Jesucristo no tiene miedo de contaminarse, él ve el corazón de los marginados, escucha su suplica y devuelve aquello que se ha perdido, la sanación no solo del cuerpo se había dado en aquel hombre también la purificación de su alma, a este leproso no le importó más que reconocer en Jesús a su salvador, ya no valía ley, valía el amor de Dios para con él. Jesús también advierte de presentarse ante los sacerdote pues como judío comprendía las leyes judaicas y sabe que son necesarias.
- Las lepras de nuestra vida, el odio, el dolor, la enfermedad, la soledad, etc, nos aprisionan y debilitan nuestra voluntad, cuando vienen los momentos en que somos puestos aprueba nuestra confianza no está en Jesús, porque hemos moldeado nuestra persona fuera de la gracia que proviene de Dios, es Cristo mismo quien nos busca, que llama nuestra atención, y no comprendemos que lo hace a través de nuestras cruces de día a día que mal vistas por nosotros son oportunidades para acercarnos aquel que es todo amor, Jesús nos invita a mirar en el otro sus miserias y compadecernos como él lo hizo, a amar y servir a quienes han perdido el horizonte es un acto de bondad y respuesta a su inconmensurable misericordia.
PRÁCTICA DIARIA
- Visitar a una persona olvidada por la comunidad, llevarle toda mi compasión y ternura, hacerme cercano a él.
- San Marcelo I nos enseña a ser compasivos con los arrepentidos de corazón.