LUNES, Primera Semana de Adviento -02 de Diciembre, 2024

SANTO DEL DÍA

SANTA BIBIANA (347-360)

Santa Bibiana fue una mártir, condenada a muerte , flagelada en una columna por no negar la fe en Dios que había inculcado su Madre que como ella también fue asesinada, se dice que su cuerpo fue echado a los perros y unas personas le dieron luego cristiana sepultura junto a su Madre y hermana en el monte Esquilino, allí el Papa Simplicio construyó una Basilica en su memoria.

Evangelio del día

San Mateo 8, 5-11

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».

Le contestó:
«Voy yo a curarlo».

Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; a mi criado: “Haz esto”, y lo hace».

Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».

Palabra del Señor

  • La fama de Jesucristo por  sus milagros llego a oídos de este hombre , en el centurión solo se halla humildad, porque se cree indigno, pues su casa quizás no era la más adecuada para que el Mesías entrara en ella, ¿o sería quizás su vida?, pero solo bastaba en saber que con una palabra del Maestro todo cambiaría y esto solo lo podría hacer la fe.
  •  En este pasaje bíblico Jesucristo exalta la fe del Centurión, porque no siendo judío cree en sus palabras, solo con haber escuchado de él. La fe no es más que esperar en quien se ha puesto toda confianza, es por eso que Jesucristo se vale de las enfermedades para que le hallen, busca a cada momento la atención del hombre para que lo haga parte de su vida y como el centurión quiere una fe firme que sea capaz de saber que lo que pide ya se ha cumplido.
  • Cuantas veces en nuestra vida nos hemos sentido indignos de presentarnos ante Jesús, de contarle nuestros problemas, abandonándonos en sus manos, pero nuestra falta de fe y confianza en él, ha hecho de nosotros hombres y mujeres incapaces de reconocer a quien puede sanarnos realmente, nos falta humildad para darnos cuenta que estamos tan enfermos que necesitamos de su compasión, Jesucristo es nuestro alfarero nos moldea en el dolor, y por más que queramos huir de nuestras realidades él nos dice que busquemos en el sufrimiento una oportunidad para ser mejores, para pulirnos en la fe. Cuantas veces estando en la Iglesia, en misa, en la oración, en cualesquier práctica piadosa dudamos de las grandes obras que Jesús puede hacer en nosotros, pero cuantos ateos, o personas que tiene otras ideologías nos enseñan acciones heroicas que manifiestan la fe. Recordemos que quienes asisten a la iglesia no son más que enfermos necesitados de la gracia de Dios.
  • ¿Vemos la bondad en el otro como lo hace Jesús con nosotros?, como nos cuesta ver más allá de las apariencias, Jesús nos enseña una forma de vivir . La fe queridos miembros de la iglesia no es más que la convicción de la esperanza, si creemos sabremos que quien nos sostiene es nuestro salvador Jesucristo,. Si nuestra fe está siempre firme sólo bastara una palabra para que seamos sanados, esta frase repetida una y otra vez en la santa misa no debe ser desapercibida, debemos hacer que se cumpla, en el momento de nuestra enfermedad y debilidad tengamos presente que Jesús es quien tiene el poder sobre nuestra existencia reconocerlo en su autoridad es entender que su acción salvadora nos alcanzará sin reservas y veremos en nosotros un milagro que solo la fe en él lo explica.

  PRÁCTICA DIARIA

  • Interiorizar la frase “Una Palabra tuya bastará para sanarme”
  • San Bibiana nos enseña el valor incalculable de la fe.

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