
SANTO DEL DÍA
SAN VICENTE GROSSI (1845-1917)
San Vicente nace en una localidad italiana de Pizzighettone (Cremona), su familia especialmente su Madre le inculcó la fe cristiana y el amor por la oración, desde joven sintió el llamado al sacerdocio , pero su Padre no le parecía la idea debido a que debía colaborar en el hogar, años después de tanto insistir ingresa como seminarista en Cremona y luego ordenado sacerdote es enviado a diferentes parroquias donde ejerció su ministerio, diez años después se le encarga Vicobellignano; donde estuvo treinta y cuatro años, esta parroquia era complicada pues existía en el pueblo mucho protestante, pero San Vicente supo sobrellevar esta situación con prudencia, y poco a poco ganó la simpatía de las personas y muchos volvieron a la Iglesia Católica, él se refugiaba en la oración y la Santa Misa, tiempo después fijo su mirada en los jóvenes a quienes consideraba el futuro de la Iglesia, fundó el Instituto de las Hijas del Oratorio que tenía como misión formar moral y espiritualmente a las niñas que se acercaban al templo estas catequesis las impartía unas religiosas que más adelante crearon jardines, escuelas primarias en distintos lugares, luego fallece a causa de una peritonitis fulminante.
Evangelio del día
San Lucas 15,1-10
En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice:
“¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”.
Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
O ¿qué mujer que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice:
“Alegraos conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”.
Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- ¿Te has puesto a pensar las veces que rechazaste a una persona por su mal comportamiento, y hasta la juzgaste por actuar de forma equivocada?, en el Evangelio de hoy Jesucristo hace lo contrario, acoge aquellos que están perdidos, descarriados, equivocados, nosotros debemos personalizar lo que Jesús nos enseña y nos invita a ser con quienes han perdido el horizonte, pero recuerda esa oveja perdido puede ser tu o puedo ser yo, así que ser indiferentes a este mensaje que nos corresponde aplicar no servirá de nada sino lo vivimos en la realidad del mundo en que habitamos.
- La misericordia divina de la que habla hoy el evangelista Lucas nos pone a pensar y por supuesto a reflexionar las veces que hemos excluido de nuestra vida aquellos que creemos indignos, sabiendo que también nosotros lo somos, la conducta que Jesucristo manifestó en su vida terrenal nos muestra la grandeza de su misericordia, cuantas personas que están en las drogas, en la calle sin ningún hogar hoy desearían encontrarse aquel Jesús del evangelio, que les hablara con amor, que los acogiera apesar de sus malas decisiones, y los trajera consigo y es en estas escenas de la vida diaria, donde debemos preguntarnos, ¿Qué clase de misericordia es la que he aprendido?¿ Aquella que se da con unos pocos y hasta donde pueda o aquella que va más allá de nuestra discriminación, de nuestro temor a ser agredidos por ellos, porqué no insistimos en amar como Jesús lo hace, es el tiempo para despertar y dar amor a quienes han perdido su camino. Nadie se sienta seguro en esta vida, que es una continua tentación. No suceda que quien logró ser mejor se vuelva peor. Mi única esperanza, mi única confianza, mi única firmeza es la misericordia de Dios. San Agustín.
PRÁCTICA DIARIA
- Hoy daré el primer paso de acercarme aquel hombre o mujer que esta en la adicción y que he pasado desapercibido en mi vida.
- San Vicente Grossi nos dice: «Procuren no quejarse nunca; buscando, por el contrario, alegrarse cuando las cosas vayan en contra de sus deseos».