
SANTO DEL DÍA
CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS (998)
Hoy la Iglesia recuerda a todos los difuntos que partieron a la presencia de Dios y anima a los cristianos católicos a rezar por la iglesia purgante e interceder ante Dios por sus almas, es decir aquellas que se encuentran en el purgatorio y necesitan de nuestras oraciones para quitar toda mancha de pecado que les impida acercarse a Dios y participar de la vida eterna, pero no es pretexto para esperar después de la muerte seamos perdonados, sino que iniciemos nuestro camino de santidad para no ir aquel lugar de tormento.
Dice el Papa Francisco: “El recuerdo de los difuntos, el cuidado de los sepulcros y los sufragios son testimonios de confiada esperanza, arraigada en la certeza de que la muerte no es la última palabra sobre la suerte humana, puesto que el hombre está destinado a una vida sin límites, cuya raíz y realización están en Dios”.
Evangelio del día
San Juan 11,17-27
Cuando Jesús llegó a Betania, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Betania distaba poco de Jerusalén: unos quince estadios; y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por su hermano.
Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús:
«Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».
Jesús le dijo:
«Tu hermano resucitará».
Marta respondió:
«Sé que resucitará en la resurrección en el último día».
Jesús le dijo:
«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».
Ella le contestó:
«Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- La muerte es vista por muchos como el final de su vida, pero no es así para quien creemos que hay un cielo, cuando hemos hecho las cosas bien terrenalmente hablando no debemos tener miedo como diría San Francisco a la hermana muerte, si hemos dejado huellas, si hemos obrado como verdaderos y auténticos cristianos la muerte no es el final, en cambió morir será ganancia como no lo dice San Pablo en su carta a los Filipenses. Los difuntos merecen que oremos por ellos, Dios en su inmensa e incontable misericordia nos escucha, y quienes han muerto en circunstancias desagradables sin posibilidad de arrepentirse volverán a la vida si Dios lo decide, sólo debemos rezar con fe.
- Como Marta insistamos al Señor que permanezca en nuestra vida, para que nada ni nadie nos arrebate la fe, que nos permite creer en aquel que es la resurrección y la vida Jesús Nuestro Señor, cuando pasamos por situaciones difíciles como la muerte, creemos que ya no hay esperanza, ¿cómo vives la esperanza ante la partida de algún ser querido? realmente todo cambia pero no todo termina ahí para quienes somos hijos de Dios tenemos la certeza que nuestros seres queridos están en un mejor lugar en la presencia de Dios, queridos hermanos hoy que recordamos la memoria de aquellos que se han ido, lo que nos queda es implorar a Jesús tenga misericordia de ellos, como lo hizo con lázaro en Betania, no dudes en rezar Dios escucha todo cuando lo oramos con mucha fe.
PRÁCTICA DIARIA
- Hoy rezamos por el alma de todos aquellos que han fallecido.
- “Quien se humilla en el pensamiento de la muerte, pone en orden toda su vida, y está atento a todo lo que le rodea. Sacude de sí la ociosidad, se da ánimo, en los trabajos y confía en la misericordia del Señor, y dirige el curso de la existencia hacia el puerto de la eternidad.” San Antonio de Padua
El purgatorio no está en la biblia. Eclesiastés 9:5,6 Porque los vivos saben que han de morir, pero los muertos nada saben, ni tienen más paga, porque su memoria es puesta en el olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya, y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.