
SANTO DEL DÍA
SAN SERGIO DE RADONEZH (1319-1392)
San Sergio nació en una familia noble sus Padres fueron Cirilo y María, desde muy niño consagró su vida a servir a Dios, pero sus padres no querían que se entregara a la vida monástica así que una vez murieron él y su hermano se fueron a una colina y allí con esmero y dedicación construyeron una iglesia consagradas a la Santísima Trinidad, pronto su hermano mayor lo dejó solo y él sin más reparo continuo en su soledad en completa oración y ayuno para encontrar más y más a Cristo, pronto uno de los superiores de un convento cercano le dió los hábitos, se entregó por completo a Dios y cada día leía de la vida de muchos santos sin duda alguna quería alcanzar la santidad, fundó un monasterio donde él seria el sacerdote de aquel convento debido a que muchos le buscaban para ser orientados con el fin de ser salvos. Tiempo después San Sergio no quería continuar con la dirección de su propio monasterio, pues muchos de los monjes se revelaron a si que huyo al bosque y al cabo de cuatro años regreso, antes de morir instruyó a sus monjes, para que estuvieran peregrinando, se cuidaran espiritualmente, moderación en la comida y la bebida y mucha oración para no caer en tentación.
Evangelio del día
San Lucas 9,1-6
En aquel tiempo, habiendo convocado Jesús a los Doce, les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.
Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles:
“No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco tengáis dos túnicas cada uno.
Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.
Y si alguno no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, como testimonio contra ellos”.
Se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes.
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Hace cuatro años presenciamos la Pandemia del Coronavirus que creímos sólo se daría en China, pero que desafortunadamente llegó a nuestros países, expandiéndose de una manera acelerada , en la evangelización sucedió igual, muchos de los que seguían a Jesús fueron contagiando personas una a una , esto permitió el crecimiento de una Iglesia en la que la cabeza principal fue y será Jesucristo, este tipo de contagio fue beneficioso para todos, porque nos enseño la forma de ser buenos hijos de un Padre que nos ama inmensamente y que esta en el cielo .
- La Evangelización no fue fácil para los primeros cristianos, comenzaron desde cero en un mundo hostil, pues no tenían ni el transporte, ni la tecnología, ni la libertad, ni siquiera los derechos que en la actualidad tenemos, a ellos les toco demasiado duro, desprenderse de las cosas materiales para anunciar a Jesús, ir en contra de ideologías, teorías de dioses, y hasta fueron martirizados por promulgar la fe, fue un desafío extremo en su tiempo.
- Nadie imagino como una iglesia que comenzó con doce ahora son miles, no podemos subestimar en estos tiempos la evangelización, pues en estos momentos muchos misioneros trabajan arduamente para llevar no un virus sino una verdad a cada rincón de la tierra.
- Pero tal parece que existimos muchas personas alérgicas al evangelio, pues vemos la Palabra de Dios como un virus que enferma y que mata, nos hemos vacunado con la indiferencia y hemos creado anticuerpos que repelen el mensaje de Jesucristo, nuestra mente esta embotada en el miedo a querer ser santos, nos estamos asfixiando en un mundo que se preocupa más por sentirse cómodos que sufrir por el evangelio, ya hasta es normal que muchos rechacen la palabra de Dios porque en la sociedad que vivimos es un derecho y un deber pensar diferente. Debemos ponerle seriedad a la evangelización manifestar que es tan necesaria como vivir, que no es una teoría más sino una forma de vivir a la manera de Jesucristo Dios y hombre.
PRÁCTICA DIARIA
- evangelicemos con nuestro testimonio de vida y oremos por los misioneros.
- San Sergio nos invita a ser promotores de la fe.
El secreto de la vida se encuentra en seguir a Cristo, por un camino de sabiduría y de grandezas espirituales, pues los enemigos del bien se encuentran al acecho.