
SANTO DEL DÍA
SAN JOSÉ DE CUPERTINO (1603-1663)
San José nació en Cupertino (Italia) en una familia pobre, su Padre era un carpintero, a sus diecisiete años se presentó en los franciscanos pero no fue admitido, luego ingresó a la orden de los capuchinos pero lo expulsaron pues era distraído, regresó a su casa y su mama intercedió ante los franciscanos para que lo dejaran en el convento como mandadero. Tiempo después por ser un joven de mucha oración, penitencia y haber mejorado en los oficios, por acuerdo entre los religiosos lo admitieron en la orden franciscana, se dedicó a estudiar pero se le hacia difícil retener lo que leía solo sabia explicar la frase de la biblia bendito es el fruto de tu vientre Jesús, pero logro ser ordenado sacerdote gracias a que no le revisaron el examen por que algunos de sus compañeros habían respondido bien. Tiempo después entregado a la oración San José se elevaba hasta tal punto que levitaba estaba como en un estado de éxtasis, en la misa, en el convento con frecuencia era notorio este suceso sobrenatural, los superiores lo enviaban a conventos para alejarlo de la gente, pero el santo en muchos momentos experimento la sequedad espiritual y retomaba siempre con la oración y penitencia su consejo a todos los que le visitaban, era que nunca se cansaran de rezar, muere a sus sesenta años de edad.
Evangelio del día
San Lucas 7,31-35
En aquel tiempo, dijo el Señor:
«¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación? ¿A quién son semejantes?
Se asemejan a unos niños, sentados en la plaza, que gritan a otros aquello de:
“Hemos tocado la flauta
y no habéis bailado,
hemos entonado lamentaciones,
y no habéis llorado”.
Porque vino Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y decís: Tiene un demonio; vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: “Mirad qué hombre más comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Sin embargo, todos los hijos de la sabiduría le han dado la razón».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Hoy Jesús reprende a esta generación, porque no saben lo que quieren, viendo los milagros de Jesús y sus revelaciones mesiánicas aun no creen que él es Dios, su incredulidad va más allá, quieren ver a un Dios que baje con corona y carruajes, pero Jesús los exhorta diciéndoles que la humanidad esta enceguecida, y que él se ha mostrado como un Dios hombre entre los hombres.
- Jesucristo ve seres humanos con una capacidad de criticar, de observar solo la apariencia, de seres inconformes y confundidos, que se han dejado llevar por aquellos que se creen sabios al hablar pero necios al actuar.
- Nosotros aun en la actualidad somos hombres y mujeres incrédulos al mensaje de Jesús, queremos ver milagros en nuestras vidas, peticiones escuchadas, pero para nuestra propia conveniencia, no creemos en Jesús porque es una necesidad hacerlo parte de nuestro ser, sin entender que sin él no somos nada.
- Somos seres inconformes queremos siempre más, ¿te sientes satisfecho con lo que eres y que Dios te ha regalado?, esta generación tiene su confianza puesta en el materialismo, vivimos en un mundo distraído en él que poco prestamos atención a los milagros que Jesús hace en nuestra vida, debemos despertar y mirar que Dios siempre es y será el mismo, no debemos exigir milagros para creer en él solo necesitamos aumentar nuestra fe y lo hacemos mediante la oración constante, estamos tan ocupados en atesorar bienes que pasamos desapercibidos los sufrimientos de los demás e incluso no queremos formar parte de la misión que Dios ha encomendado a todos los cristianos.
PRÁCTICA DIARIA
- Enseñar a un hogar quién es Jesucristo Dios y hombre.
- San José de Cupertino nos dice.”La obediencia es un cuchillo que mata la voluntad del hombre, sacrificándola a Dios: es el cuchillo que sacrificó a Jesús, hecho obediente hasta la muerte”.