
SANTO DEL DÍA
SAN RAMÓN NONATO (1204-1240)
San Ramón nació en Portell (Lérida) fue extraído del cuerpo de su madre ya muerta, su Padre que tenia una buena posición social le dió estudios en Barcelona para que estudie letras y números, desde jóven demostró un amor y devoción por la santísima virgen María, se pasaba horas enteras en la ermita de San Nicolás, formándose radicalmente en la fe católica decide ser clérigo, su padre quiere se encargue de los negocios de sus fincas, pero la virgen María le indica que ingrese a la orden de la Merced bajo la disposición de Pedro Nolasco. Años más tarde convertido en sacerdote se dedica a la predicación en el norte del continente negro y alienta y llena de paciencia a los cautivos piratas berberiscos, incluso él mismo sufre en cautiverio, pues le colocaron un candado por más de ocho meses para que no predicará más a los presentes. Tiempo después regresa a España y las gentes lo aclaman como Cardenal de la Iglesia estando el Papa Gregorio IX, por sus esfuerzos de anunciar la fe como un verdadero héroe, pero no llegó ni a Roma cuando murió a la edad de treinta y nueve años.
Evangelio del día
San Mateo 25,14-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
“Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”.
Su señor le dijo:
“Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”. Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
“Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”. Su señor le dijo:
“Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó también el que había recibido un talento y dijo:
“Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”.
El señor le respondió:
“Eres un siervo negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes”».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- En el Evangelio de hoy, el Señor habla del discipulado, de como el ser humano debe responder al Señor, de los talentos y dones que ha recibido gratuitamente, como es su actuación frente a su proyecto de salvación, y cuál es su deber de cristiano. Jesús se presenta como el rey en esta parábola, y pone el ejemplo de aquellas personas que difunden la Buena Nueva, y de los que por miedo entierran sus talentos en este mundo sin trabajar para las cosas celestiales y sin ponerlos al servicio de Dios.
- Jesucristo habla hoy de su venida con esperanza, revelando el resultando final para quienes cumplen su voluntad y para quienes no lo hacen, Jesús quizás se manifiesta un poco injusto frente a juzgar aquel hombre que por temor esconde su talento, pero es más bien una exhortación para que los creyentes de esta generación entiendan el valor de poner al servicio los talentos que Dios concede no para sí mismos, sino para producir tantos frutos sean necesarios para anunciar su palabra y que la humanidad alcance la salvación.
- Debemos ser fieles en lo poco o mucho que hemos recibido de Dios, todos absolutamente todos hemos recibido capacidades, habilidades y dones que por gratuidad debemos ponerlos a trabajar para Dios, nuestro Padre Celestial confía en nosotros y nos encarga la administración de aquellos talentos, pero si por pereza o desgano no hacemos ni el más mínimo esfuerzo por obrar el bien con lo que hemos recibido, sin duda alguna se no quitará hasta lo que poseemos, no es que Dios sea injusto y cruel con nosotros, sólo que él sabe dar a cada quien según su capacidad, somos nosotros únicamente los responsables de mostrar en el día final los frutos que hemos recogido de nuestro esfuerzo por hacer que todos conozcan de Jesucristo y lo hagan parte de su vida.
- Hay muchos que dicen, pues como yo no voy a nada relacionado con la religión pues no tengo que ver con el juicio final, ¡CUIDADO!, seremos juzgados con más severidad si pensamos de esta manera, existen muchas personas que han recibido dones y talentos admirables, pero los tienen ahí para producir no espiritualmente, sino terrenalmente, no pensemos que si ya estamos al final de la carrera de nuestra vida no tenemos que mover ni un solo dedo, al contrario nos toca seguirlo haciendo hasta el final, hermanos queridos pongámonos a trabajar echémosle ganas a lo que hacemos, volvamos de nuestra vida ordinaria un cielo aquí en la tierra, Dios no nos va a preguntar cuanto dinero hiciste, o que posesiones tienes, sino que hiciste con el talento que te confié y donde está el producto final del mismo, ¿amaste?, ¿serviste?, ¿hiciste el bien a todos y en todos los lugares?, que no se nos valla la vida invirtiendo el tiempo para el mundo, hagamos un alto y comencemos a trabajar en la construcción del reino de Dios.
PRÁCTICA DIARIA
- Hoy recordaré que talentos he recibido y no los he puesto al servicio de Dios.
- San Ramón Nonato nos enseña a servir.