VIERNES, Decimoctava Semana del Tiempo Ordinario (ciclo b) -09 de agosto, 2024

SANTO DEL DÍA

SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ (1891-1942)

Santa Teresa que tenia como nombre Edith Stein criada en una familia judía, le interesaba estudiar filosofía, y todos los asuntos relacionados con la mujer , fue radical, hizo parte de la organización “Asociación Prusiana para el Derecho Femenino al Voto”. Cuando la primera guerra mundial inicio ella presto sus servicios de enfermería, fue movida a la religiosidad por la autobiografía de Santa Teresa de Ávila, en su vida de consagrada escribió muchos testamentos que contenían sus experiencia espirituales. Años más tarde ingresa a la orden Carmelitas descalzas, tiempo después muere en las cámaras de gas de Auschwitz cuando inició el odio de los nazis contra los judíos.

Evangelio del día

San Mateo 25,1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: – “Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz:
– ¡Que llega el esposo, salid a recibidlo!.

Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: “Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”. Pero las sensatas contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os compréis”.

Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: “Señor, señor, ábrenos”. Pero él respondió: “Os lo aseguro: no os conozco”. Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora”.

Palabra del Señor

  • En el Evangelio de hoy el Señor presenta una parábola que interpela al ser humano a estar en vela, a tener esperanza y amor ardiente a su venida en el día postrero, también revela que la prudencia hace verdaderos sabios, quien está con actitud alerta ante cualquier situación sabrá afrontar lo que pueda pasar malo o bueno, Jesús compara el reino como un banquete de bodas, en la que toda la raza humana esta invitada, pero participaran quienes hayan llenado sus vidas del aceite de la palabra y hayan sido luz para el mundo.
  • Jesucristo quiere que cada persona no este dependiente de nadie, sino que en su corazón este encendida la luz de esperanza, que pueda responder al llamado del Rey de Reyes, sin tener ninguna clase de excusas cuando llame a su banquete de amor, una vida intachable pueda ser la respuesta a su llamado, es incierto vivir en este mundo, cuando la muerte llegue la satisfacción de la buenas obras será escuchar a Jesús decir entrad a mi banquete preparado para ustedes desde el inicio de mundo.
  • Hoy más que nunca debemos estar alertas a la venida de nuestro salvador, pero tampoco debemos angustiarnos si estamos haciendo las cosas bien, debemos alegrarnos si nuestra vida esta en constante cambio y entrega al Señor, la fe debe encenderse siempre y alimentándola con las reservas que generan una vida en santidad.
  • La imprudencia nos hace cometer errores y perder la vida eterna, pensamos que nunca habrá un fin, pero para quienes creemos en Jesús esa es nuestra esperanza, saber que habrá un mañana a su lado donde será todo paz y amor, no desfallezcamos en la fe y no pensemos que esta lejos la venida de Jesucristo, no tengamos miedo y estemos más bien alertas a lo que vendrá y lo sabremos sobrellevar si nuestra vida esta fundamentada sobre la presencia de nuestro Jesús.

  PRÁCTICA DIARIA

Orar siempre todos los días.

  • Santa Teresa Benedictina de la cruz nos dice: “Si estamos unidos al Señor, somos miembros del cuerpo místico de Cristo; Cristo continúa viviendo en sus miembros y sufre con ellos; y el sufrimiento soportado en unión con el Señor es su sufrimiento, insertado en la gran obra de la redención y, por eso, fructífero.”

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