
SANTO DEL DÍA
SAN IGNACIO DE LOYOLA (1491-1556)
San Ignacio nació en España, en el Castillo de Loyola, al morir sus padres fue educado en la nobleza española, le inculcaron valores y principios, y un carácter sólido. Fue militar, y un día estando en la batalla lo hirieron en las dos piernas, fue trasladado a Loyola para sanarlo, pero perdió una de sus piernas. Estando en el castillo, incapacitado quería leer, pero sólo encontró dos libros Vida de Cristo y vida de los santos, que comenzó a estudiarlos sin mucho deseo, pero que cautivaría sin duda alguna su atención, pues leyendo quedo fascinado por la vida de aquellos santos, que lo motivaron a seguir los pasos de Jesús. Una noche tuvo un sueño con la Madre de Dios, vió que ella cargaba en sus brazos a Jesús y resplandecían ambos llenos de luz. San Ignacio se dió cuenta que debía entregarle su vida a Dios, que lo llenaba de luz, esperanza y tranquilidad, entonces decidió hacer oración y penitencia, saliendo de Loyola se dirigió a Jerusalén, luego vivió durante un año en una cueva, en su peregrinación llegó a tierra santa, en ese tiempo escribió un libro llamado ejercicios espirituales basado en los momentos difíciles en la fe que cruzaba para ese entonces, luego se dio cuenta que los estudios eran importante y se dedico a estudiar, fue un gran místico, durante sus predicaciones fue encarcelado pero dejado en libertad, pues consideraba tales hechos como pruebas , que supo sobrellevar. Tiempo después fue a Francia estudió durante siete largos años teología, su estadía en la universidad le sirvió para motivar en la fe a sus compañeros , que más adelante hicieron votos de castidad, vida apostólica, humildad, junto con él, más adelante cae enfermo, pero después de un tiempo se dirige con sus compañeros a Roma a ponerse al servicio del pontífice, se ordenan sacerdotes. fundó la compañía de Jesús (Jesuitas), que estaban destinados a catequizar a los fieles en la fe, colaboraron para contrarrestar los efectos de Martin Lutero, tiempo después, San Ignacio fundó colegios con un alto nivel académico, murió repentinamente.
Evangelio del día
San Mateo 13,44-46
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- El Evangelio de hoy recuerda a cada persona lo importante que es Jesús para su vida, , él da valor a la vida misma, llena todos y cada uno de los vacíos que el pecado ocasiona. Jesucristo se compara así mismo, como un tesoro, una perla, objetos valiosos que sólo encuentra quien este constantemente en su búsqueda, quien esta dispuesto a darlo todo, hasta la misma vida, el valor es incalculable, su valor es el amor.
- Quien busca el reino de Jesucristo, sabrá discernir entre el bien y el mal, vivir el Evangelio es ya el camino que conduce a la salvación, ¡Jesús, por nada del mundo te dejaría! San Ignacio de Loyola.
- Jesús nos muestra cuan importante es hallarlo, pues él debe ser el centro de nuestra existencia, y nos invita a despojarnos de nuestros apegos materiales para ir en busca de su amor, así como él no lo enseña, pues estar a sus pies debe ser nuestra mayor ambición.
- ¿Nuestra vida esta dedicada a agradar a Dios? ¿Has puesto a Cristo como la perla más preciosa, y el tesoro más valioso que dará luz a tu ser?, de nosotros depende ser hijos de Dios. Nuestro corazón debe desear buscar las cosas de arriba, cuanto más tenemos nuestra mirada puesta en el cielo, más nos acercaremos a gozar de lo que Jesucristo nos prepara en su reino de amor y verdad.
PRÁCTICA DIARIA
- Visitar el Santísimo e invitar a un amigo a descubrir este gran tesoro sacramental en donde la presencia de Jesucristo esta viva y real.
- San Ignacio de Loyola me dice: “Cuanto más nuestra alma se despegue de las cosas, más cerca estará de nuestro Creador.“.