
SANTO DEL DÍA
SANTA PAULINA DEL CORAZÓN AGONIZANTE DE JESÚS (1865-1918)
Santa Paulina nació en Vígolo Vattaro (Trento,Italia) , recibió la primera comunión a los 12 años de edad, comenzó a participar del apostolado parroquial, en las labores de limpieza de la capilla de Vigolo así como las visitas a enfermos, junto con dos amigas dió inicio a la Congregación de las Hermanitas de la Inmaculada Concepción tomando como nombre Paulina del Corazón Agonizante de Jesús. La vida de Santa Paulina y de sus compañeras atrajó vocaciones a pesar de las condiciones difíciles por las que atravesaban. Fue elegida superiora de “ad vitam” para estar pendiente del cuidado de los huérfanos y de esclavos de edad avanzada en Ipiranga. Durante su vida consagrada se dedicó a la oración, al trabajo y al sufrimiento con el fin que su congregación siguiera creciendo y Jesucristo fuera conocido y adorado por todo el mundo. Antes de su muerte se dedicó al servicio de las hermanas enfermas de su congregación, por eso en el pueblo de Vigolo la llaman “la enfermera”, al padecer una diabetes muere por esta enfermedad y en su sufrimiento sólo decía que se hiciera la voluntad de Dios, hizo un testamento antes de su muerte que decía “ Sed muy humildes. Confiad siempre y mucho en la Divina providencia, nunca jamás os desaniméis, aunque vengan tiempos contrarios” toda su vida encaminada a ser fiel.
Evangelio del día
San Mateo 9,32-38
En aquel tiempo, le llevaron a Jesús un endemoniado mudo. Y después de echar al demonio, el mudo habló. La gente decía admirada:
«Nunca se ha visto en Israel cosa igual».
En cambio, los fariseos decían:
«Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.
Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».
Entonces dice a sus discípulos:
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- En este pasaje bíblico Jesucristo expulsa un demonio, una lucha cara a cara con el enemigo, pero que debía enfrentar, pues su gran compasión le permite observar detenidamente quien sufre a su alrededor sin pasar por encima de aquel hombre mudo que sufría en silencio, decide liberarlo. Las personas que poseían un espíritu demoniaco en ese tiempo eran despreciadas pues le atribuían su estado a una vida llena de pecado, este hombre quien estaba bajo la sombra del maligno una vez sanado por Jesús comienza hablar, y las gentes que observaban quedaron maravilladas de este milagro, pero rápidamente el comentario de los fariseos torno la admiración en critica, pero aun así Jesucristo continuaba con su misión, ignorando toda calumnia de quienes se creían sabios.
- La compasión es la cualidad más hermosa que se puede destacar en Jesús hombre, al ver a las personas su corazón no hace más que interesarse por quien sufre, por quien está desorientado, como el verdadero pastor quiere insistentemente cuidar de sus ovejas, porque hacen parte de su redil, Jesucristo estando en este mundo hizo demasiadas curaciones de alma y cuerpo, pues reconoce en los seres humanos la esclavitud por él pecado y sabe que es él la solución para quienes pueden estar desanimados en la fe y sin ninguna esperanza. La preocupación que manifiesta Jesús a sus discípulos es que es necesario trabajar sin cansancio por esta humanidad encarcelada por el mal, pues son muchos que deciden ir en las direcciones equivocadas y son pocos los que toman la iniciativa de emprender la aventura de la evangelización, esta no es más que una advertencia para quienes continuarán la misión en esta tierra.
- El pecado entumece nuestro cuerpo y nos cansa en el camino, nos envuelve en sus redes y nos impide expresar y dar a conocer a Jesús con nuestra propia vida, no necesitamos estar endemoniados para saber que muchas veces estamos atados a los espíritus del orgullo, del egoísmo, del placer, y de tantos otros que nos llevan a alejarnos del amor de Dios. Estamos tan dependientes de las cosas terrenas que pasamos por desapercibido lo que realmente debe importar en nuestra vida, y es sentir compasión por quienes están a mi alrededor y que necesitan de mi para avanzar, pero nuestra falta de caridad nos ha hecho seres insensibles, son muchas las ocasiones en las que nos hacemos sordos a los llamados de Jesús y él nos invita en todo momento a amarlo y a seguirle.
- Es Jesús el Pastor que puede llevarnos al redil seguro, donde seremos protegidos y cobijados por su amor, y guiados por su bastón encontraremos el descanso a nuestro ser, el maligno quiere que nos perdamos a tal punto que cansados no podamos encontrar el camino de vuelta, es por eso que Jesús nos invita a quienes teniendo la experiencia con él nos arriesguemos a trabajar por la cosecha que debemos cuidar con celo para que no se pierda y poder juntos llegar al Reino de los cielos preparado para nosotros, nuestra oración debe ser insistente para pedir a nuestro padre amado nos conceda agregar cada día misioneros dispuestos a devolver la esperanza en Jesús a quien ha perdido las ganas de vivir. Esta sociedad está sembrando egocentrismo y amor propio a seres humanos sedientos de amor, infundiendo desordenes en contra de los mandamientos de Dios, y dando como resultado hombres y mujeres vacíos, es por eso que nuestro interés debe centrar nuestra mirada en llevar a donde se nos sea posible la buena noticia de salvación que Jesucristo incansablemente enseño en esta tierra y que nos pide continuemos expandiendo.
PRÁCTICA DIARIA
De hoy en adelante encaminar mi vida a evangelizar, ser un miembro activo de la Iglesia y ofrecer mis talentos al servicio de mis hermanos.
Nos dice Santa Paulina: “ Sed muy humildes. Confiad siempre y mucho en la Divina providencia, nunca jamás os desaniméis, aunque vengan tiempos contrarios”.