MARTES, Décimotercera Semana del Tiempo Ordinario (ciclo b) -02 de julio, 2024

SANTO DEL DÍA

San Bernardino Realino nació en Carpi, ducado de Módena, Italia. Su familia pertenecía a la nobleza provinciana. La educación del pequeño Bernardino estuvo confiada a su madre, Isabel Bellantini. Fue bautizado en la fiesta de la Inmaculada Concepción. Se le ponene los nombres de Bernardino Luis. Bernardino en honor a San Bernardino de Siena, quien una vez fue huésped de la familia de su madre. Bernardino era un niño siempre afable y risueño con todos. Su madre murió cuando él todavía era muy joven, En Bolonia termina sus estudios de filosofía. Hizo poesías. Llevó un diario íntimo como todos, y se enamoró como cualquier bachiller del siglo XX de una joven culta y piadosa. Le parece la mujer ideal para formar su propio hogar. Esta mujer se llamaba Clorinda, Bernardino tenía proyectado graduarse en Medicina. Pero a Clorinda no le gustaba, y él se sometió dócilmente a los deseos de ella. Había que cambiar de carrera y comenzar la de Derecho, al graduarse, es nombrado podestá, o sea alcalde, de Felizzano. Del gobierno de esta pequeña ciudad pasó al cargo de abogado fiscal de Alessandría, en el Piamonte. Después se le nombró alcalde de Cassine, De Cassine pasó a Castel Leone de pretor a las órdenes del marqués de Pescara, tiempo después muere Clorinda, sintió el llamado a ingresar a la Compañía de Jesús después de oír la predicación de un Jesuita, siguió estudiando la teología y al mismo tiempo desempeñó el delicado cargo de maestro de novicios. Años después en Nápoles permaneció tres años ocupado en los ministerios sacerdotales como director de la Congregación, recogiendo a los pillos del puerto, visitando las cárceles y adoctrinando a los esclavos turcos de las galeras españolas. Pero en los planes de Dios era otra la ciudad donde iba a desarrollar su apostolado sacerdotal. El padre Realino era el superior de la nueva casa profesa. En cuanto llegó puso manos a la obra de la construcción de la iglesia de Jesús y a los dos años la tenía terminada. Otros seis años, y se inauguraba el colegio, del cual era nombrado primer rector el mismo Santo, los superiores decidn enviarlo a otro lugar, pero una altísima fiebre misteriosa se apoderaba de él y le postraba en cama hasta tanto se revocaba la orden, en una Navidad la Virgen se le aparece con el niño en su habitación, y así en muchas ocasiones, muere tiempo después.

Evangelio del día

San Mateo 8,23-27

En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole:
«¡Señor, sálvanos, que perecemos!».
Él les dice:
«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?».
Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma. Los hombres se decían asombrados:
«¿Quién es este, que hasta el viento y el mar lo obedecen?».

Palabra del Señor

  • Este pasaje bíblico es un claro ejemplo de la vida ordinaria, la barca la vida y la tormenta cada uno de los problemas, sufrimientos, enfermedades que se presentan en la vida del hombre, Jesús esta en esa barca pero las personas no son consientes de su presencia en ella, se puede tener a Jesús cerca, pero las inseguridades y la falta de fe impide conservar la calma en medio de la tormenta.
  • Jesucristo no perdió la paz en medio del caos, su autocontrol lo convierte en el Maestro de las emociones, tranquilamente extiende su mano salvadora, el Maestro le hace un reclamo a sus apóstoles, porque tienen miedo, y es que estos hombres estaban viviendo su fe de una manera superficial, la fe exige sobrellevar con confianza los desafíos de la vida, la fe permite estar en paz interiormente, ser libres de cualquier atadura, romper las cadenas de la esclavitud, y esperar confiadamente a que Jesús haga su trabajo.
  • Hermanos, la fe es el pilar fundamental de nuestra espiritualidad, no podemos pretender ir por este mundo desconfiando de la providencia de Dios, él estará con nosotros todos los días de nuestra vida en las alegrías y tristezas, no podemos pretender que si vamos a misa, rezamos, oramos, hacemos caridad, Jesús por obligación debe salvarnos de todo, no, no es así entre más le buscamos y más remamos mar adentro, encontraremos pruebas que nos hacen sufrir, así que debemos estar convencidos de su poder así sintamos que nos hundimos debemos confiar en su inmenso amor y aprender a sufrir.
  • El ser humano esta cobijado por la duda, y esta ceguera le impide reconocer quien debe ser Jesús en su vida, en nuestros hogares, en nuestra sociedad, cada vez somos muchos los que seguimos a Jesucristo por un pasa tiempo, por obligación, o porque nos ha hecho un milagro, pero debemos abrir los ojos y reconocerlo, saber que sin él nada faltará, debemos buscar su paz, una paz que él mundo no da, así que sintamos su presencia en nosotros seamos capaces de atravesar el mar seguros que con él llegaremos a puerto seguro, en pocas palabras la vida eterna, no permitirá que nuestra vida se pierda, sino que aunque rota se levante y continue el camino.

PRÁCTICA DIARIA

  • Hoy pediré en oración a Jesucristo acreciente mi fe.
  •   San Bernardino Realino decía :“No encuentro otro consuelo sino en Dios. Me entrego a su divina voluntad. El procura el bien de sus creaturas, aunque nosotros nos inclinemos a otros bienes. Ruego al Señor y a su Madre me protejan y me muestren el mejor camino para enderezar mi vida”.

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