MIERCOLES, Tercera Semana de Cuaresma (ciclo b) -06 Marzo, 2024

SANTO DEL DÍA

San Olegario nace en Barcelona, su familia era noble, sus Padres lo educaron con el Evangelio en valores y principios, su Padre lo envió a los canónigos de la catedral para confiarles a ellos la preparación intelectual de su hijo, y su educación como persona humana, San Olegario poseía una piedad sincera, y le gustaba leer vida de santos, cerca de Barcelona había un convento de canónigos regulares de San Agustín, se dirigió a ese lugar, años más tarde al morir el Obispo de Barcelona las gentes decidieron que fuera Olegario quien lo remplazara. El Papa Pascual II lo motivó a aceptar el cargo, en su gobierno no hizo distinción de personas, todos eran iguales para él, pobres o ricos, participó en algunos concilios de Tarragona, Toulouse, Reims y Lateranense I, san Clermont, también lucho contra los herejes, años más tarde muere.

Evangelio del día

San Mateo 5,17-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.

En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.

El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.

Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».

Palabra del Señor

  • La ley de  Dios cumple un papel muy importante dentro de la religiosidad en los tiempos de Jesús y aún en la actualidad, Jesucristo no desconoce el valor que tienen estas reglas y no critica tales preceptos, sino que muestra el sentido real para el cual fueron creadas, lo contenido en estas normas no es más que el resumen de la ley del amor, “amar a Dios y al prójimo como a ti mismo”.
  •  Jesús quiere llevar a plenitud estas leyes, una integridad en el enseñar cumpliendo, basta aplicar en nuestra propia vida para ser espejos vivos para quienes nos ven, pero no por apariencia sino con sinceridad reflejando la experiencia con Dios en el amor. Jesús violaba una y otra vez las leyes y esto con el fin de mostrarnos que Dios nos exige una práctica espiritual más humana, más sentida y más vivida con quienes nos rodean.
  • Somos jueces de nuestros hermanos? ¿Es mi testimonio de vida un cumplimiento de esos mandamientos que Dios nos enseña en su palabra y que enseño a los demás? ¿Soy coherente en lo que enseño y práctico?
  • Existen muchos conocedores de la palabra pero pocos practicantes, enseñamos a quienes  nos escuchan, leyes, normas y preceptos  acomodados a nuestra conveniencia, e impartimos conocimientos vacíos, basados en una vida cristiana superficial y no transformadora que sea capaz de llevarnos a encontrar a Jesús.

  PRÁCTICA DIARIA

  • Leer cada día la Sagrada Escritura, y tratar de cumplir lo que medito, apoyarme de la vida de los santos, y del catecismo de la Iglesia Católica para entender más plenamente él porque debemos cumplir con la ley fundamental de Jesucristo el amor.
  • San Olegario me invita a vivir la vida a través de la Palabra de Dios.

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