MARTES, Tercera Semana de Cuaresma (ciclo b) -05 Marzo, 2024

SANTO DEL DÍA

San Adrián junto con su amigo Eubulo se dirigen a Batenea a Cesarea en los tiempos de la persecución de Diocleciano para visitar a los confesores de la fe, al entrar a la ciudad los guardias les interrogaron por el motivo de su viaje, y ellos al decir la verdad que visitaría a los cristianos los condujeron ante el gobernador quien los mandó azotar, los desgarraron y luego los arrojaron a las fieras, San Adrián después de ser atacado por un león lo decapitaron.

Evangelio del día

San Mateo 18,21-35

En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:
«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?».

Jesús le contesta:
«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:
“Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”.

Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo:
“Págame lo que me debes”.

El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo:
“Ten paciencia conmigo y te lo pagaré”.

Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.

Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido.

Entonces el señor lo llamó y le dijo:
“¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”.

Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.

Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».

Palabra del Señor

  • Pedro quiere escuchar de Jesús la respuesta de aquella pregunta que lo inquieta, que tanto debía perdonar a su hermano, y Jesús le dice siempre, no debe haber obstáculos para perdonar. Esta parábola es precisamente la manera como Dios actúa con el hombre, y como el hombre debe actuar con los demás, Jesús siempre quiere extender el mandamiento del amor, no es un amor limite, es un amor que no debe tener fronteras, que va más allá del pensamiento humano, lejos del odio y el rencor, Jesús les enseña a sus discípulos que quien decide seguirlo debe estar reconciliado con Dios y con las personas.
  • La misericordia permite ver las miserias y limitaciones del otro con compasión, saber ponerse en los zapatos de los demás, es un signo de comprensión que permite amar sin medidas, amar hasta que lo que se cree imposible sea posible. Jesús solo pide que se obre con los demás como el Padre celestial actúa con los que ama independientemente sea malo o bueno, es saber que si se pide ser perdonado, se debe perdonar.
  • El rencor puede llevarnos a odiar al otro de una manera constante, perjudicando nuestro desarrollo espiritual, sintiéndonos vacíos e intranquilos y queriendo eliminar a quienes me han hecho daño, cuando nuestro corazón y mente empiezan a recordar las ofensas sin dolor es ahí cuando perdonar cobra valor, es un proceso y un camino que toma tiempo, pero que si estamos guiados por la mano se Dios será más fácil de sobrellevar. Es difícil perdonar en esta sociedad que nos motiva a vengarnos de los demás como si fueranos perfectos, y olvidamos que si esa persona que me ha hecho daño peca, yo también lo haré de otra manera, y es ahí cuando debemos entender que no soy nadie para juzgar, que sólo debo perdonar.
  • Jesús nos invita a ser misericordiosos hoy y siempre, no por momentos y cuando quiera y con quien quiera si no siempre que se presente la oportunidad. En nuestras oraciones esta pedir que Dios nos perdone de nuestro mal proceder, y no nos damos cuenta que primero debo reconciliarme con quien estoy en problemas, ¿ Pero que hacer si aquella persona que me ofendió no quiere hacer las paces?, muy fácil, utilizo la oración y Dios se encargará de colocar el momento justo para que haya una reconciliación sincera y duradera, Jesús nos menciona en sus evangelios que debemos orar por quienes nos persiguen, calumnian, ofenden, etc, cuando comenzamos a entender las actuaciones y defectos del prójimo, comprendemos que Dios tiene aun más misericordia con nosotros que no merecemos su gran amor, y recordemos esta vida debe girar en torno a la ley del amor.

  PRÁCTICA DIARIA

  • En este día buscaré aquella persona que me ha hecho mal o le he hecho mal, a quien no le hablo hace algún tiempo, aprovechemos este tiempo de cuaresma para acercarme a ella, y pedir a Dios el momento oportuno para el perdón, de seguro sentirás paz…
  • San Andrés necesito solo decir la verdad para salvarse, donarse por defender el nombre de Jesucristo como él no tengamos miedo a dar a conocer a quien es la verdad Jesucristo nuestro Señor.

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