
SANTO DEL DÍA
SAN LUIS BELTRÁN (1526-1581)
San Luis nació en Valencia en una familia rica, desde pequeño mostró su interés por la oración y la penitencia, se dice que a sus siete años pasaba horas enteras orando en su cuarto, leyó muchos libros de santos, decidió seguir el ejemplo de San Alejo y San Roque, dejando su casa para mendigar su sustento, ingresó a la orden de los Predicadores y después de su Ordenación sacerdotal se dedicó a la predicación. Luego enviado a América, en Colombia, donde catequizó, bautizó y levanto Iglesias, luego de regreso a España el Capítulo general de Aragón lo nombró predicador general. Durante años desempeño varios cargos en su Orden, tenia una gran devoción por las almas del purgatorio y muere a los cincuenta y cinco años en el palacio del patriarca San Juan de Ribera que era su gran amigo.
Evangelio del día
San Lucas 10,25-37
En aquel tiempo, se levantó un maestro de la ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».
Él le dijo:
«¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?».
El respondió:
«“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo”».
Él le dijo:
«Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida».
Pero el maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
«¿Y quién es mi prójimo?».
Respondió Jesús diciendo:
«Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.
Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo:
“Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”.
¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?».
Él dijo:
«El que practicó la misericordia con él».
Jesús le dijo:
«Anda y haz tú lo mismo».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- En este pasaje bíblico, un Maestro de la ley quiere hacer hablar al Maestro, con una intención hacerlo caer, pero aún no entiende que quien tiene al frente es el hijo de Dios, y quien conoce la ley hecha por su Padre a la perfección, pero Jesús tiene miles de respuestas a cada pregunta, y esta vez narra una parábola del buen samaritano que expresa la misericordia y el amor al prójimo.
- Jesucristo no tiene miedo a las trampas que los Maestros de la ley que le tendían a diario, el aprovechaba sus malas intenciones para proclamar su mensaje salvífico, e instaurar el mandamiento perfecto del amor, en esta oportunidad les da a entender a quienes le escuchan que el amor se manifiesta en aquellos a quienes se consideran fuera de la Religión, hay quienes llevan el amor de Dios tatuado en sus corazones y lo aplican a las necesidades de quienes sufren a su lado, no necesitan ir más allá, ven a sus alrededores los sufrimientos de los demás y rápidamente hacen lo que debe hacer un verdadero cristiano.
- Queridos hermanos el mandamiento del amor no es para saberlo de memoria, los preceptos no son para recitarlos y anunciarlos una y otra vez, son para ponerlos en práctica en nuestra vida ordinaria en relación con él que esta a mi lado, el prójimo es el próximo el cercano, no necesitamos irnos para tierras lejanas para cumplir los mandatos de Dios basta con echar un vistazo a mi alrededor y saber que hay tanta necesidad y ayudar. La misericordia comprende ver las miserias del otro y sentir como el otro, por ahí hay una frase hermosa que dice “El dolor tiene que ser compartido para ser comprendido”.
- pongámonos la mano en el corazón y miremos el mundo, coo Jesús lo hizo en su vida pública, para que nos pongamos en los zapatos del otro, y movidos por el amor de Dios y por la compasión, hagamos de nuestra vida un servicio constante y duradero, muchas veces ocupamos cargos prestigiosos, pero que solo busca mi propio interés, no trabajamos para ayudar al otro sino para competir, debemos ser buenos samaritanos que nos importe la vida y las necesidades de los demás, que construyamos una humanidad basada en el amor a quien sufre, no dar de lo que nos sobra, no ir hasta donde podamos, sino donarnos hasta los extremos, no buscando mi comodidad sino el bienestar de mi hermano .
PRÁCTICA DIARIA
- Hoy observare, quienes en mi comunidad necesitan ayuda material y espiritual, hacerle un acompañamiento constante y brindar hospitalidad a estas personas.
- San Luis Beltrán mendigo para despojarse de su vida materialista, como él trabajemos para ayudarnos mutuamente entre hermanos.
Evangelio del día
San Juan 1,45-51
En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dijo:
«Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».
Natanael le replicó:
«¿De Nazaret puede salir algo bueno?».
Felipe le contestó:
«Ven y verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
«¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió:
-«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Felipe movido por la presencia de Dios hace una invitación a Natanael para que vea con sus propios ojos a Jesús, no quería ponerse a indagar sobre la respuesta de Natanael, sólo quería que conociera al verdadero Mesías y fuera parte de su grupo de seguidores, Natanael fue un poco incrédulo de la procedencia de Jesús, pero al escuchar el elogio que Jesús le hace, lo reconoce como al Maestro. Nadie se había expresado de él asi considerándolo un hombre bueno y es Jesús que resalta el valor de su interior.
- Jesucristo conocía a Natanael y supo desde el principio, desde el momento que lo vio debajo de la higuera que sería uno de sus discípulos, proyecto su misión como un verdadero evangelizador. Natanael no se imaginó que Jesús le encargara semejante responsabilidad, pero no, sin antes reconocer que era el hijo de Dios. Jesús revela a Natanael que cumpliendo su encargo ganara el cielo y es ahí donde verá la majestuosa gloria de Dios, no en este mundo sino en el mundo venidero.
- Compartir mi experiencia de Dios con los demás me hace merecedor de la vida eterna, invitar a los que están a mi alrededor para que conozcan de Jesús me hace evangelizador, sólo es dejar que vean la gracia que Jesús ha depositado en mí, pero debo dejar que Dios obre en mi vida, debo responder fielmente a su llamado, muchas veces somos escépticos y no confiamos en las capacidades de otros, subestimar a los demás, me hace una persona egoísta y egocentrista, que solo ve la apariencia y no ve más allá, nuestro interés por los hombres debe basarse en lo que son como personas , mirar el interior como lo hizo Jesús con Natanael, dar valor y dignidad a quien no es tenido en cuenta, Dios conoce todo de nosotros y sabe cuál es nuestra misión en esta tierra, él nos llama y nos envía a otros.
- El ser humano esta cobijado por la duda, y esta ceguera le impide reconocer quien debe ser Jesús en nuestras vidas, en nuestros hogares, en nuestra sociedad, cada vez somos muchos los que seguimos a Jesucristo por un pasa tiempo, por obligación, o porque nos ha hecho un milagro, pero debemos abrir los ojos y reconocerlo, más adelante nuestra recompensa será mayor que lo que pudiésemos imaginar, recibir una vida que no termina, y contemplar cara a cara a nuestro salvador.
PRÁCTICA DIARIA
- Invitar con alegría a un amigo (a) que no haya tenido la experiencia de ir a misa, motivarlo para que busque a Dios atraves de la Eucaristía.
- San Bartolomé escucho el llamado de Dios, como él entreguemos nuestra vida a servir en la misión de mi parroquia, ser humildes y obedientes hasta el fin de mi vida.