JUEVES, vigésimo sexta semana del tiempo ordinario (ciclo a) -05 octubre, 2023

SANTO DEL DÍA

SANTA FAUSTINA KOWALSKA (1905-1938)

San Faustina nació en la aldea de Glogowiec, cerca de Lodz, cuando estaba pequeña le gustaba estar en oración, en penitencia, practicaba el amor con los pobres, no terminó sus estudios sino que se dedicó a trabajar en casas de familia acomodadas. Años más tarde ingresó a la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, donde se dedico durante trece años como cocinera, jardinera y portera en su comunidad­, su relación con Dios fue muy intima, su anhelo de ser santa le permitió entregarse por completo a Jesús, por sus estigmas de sufrimiento y extraordinarias gracias místicas, el Señor se le reveló y le pidió escribiera un diario acerca  de su misericordia para el provecho de aquellos que leyendo estos escritos, encontrarán en sus almas consuelo y adquirirán valor para acercarse a él, fue una obra que reveló la misericordia divina del Señor Jesucristo y la que el mismo Señor le pidió se celebrará una fiesta especial a la Divina Misericordia.

Evangelio del día

San Lucas 10,1-12

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: “Está cerca de vosotros el reino de Dios.” Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: “Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios.” Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo».

Palabra del Señor

MEDITACIÓN

  • Jesús en este pasaje bíblico envía a sus discípulos anunciar la Buena Nueva, y al encomendarles la misión les recuerda que deben permanecer firmes hasta el fin, y que orar a Dios es una de las armas fundamentales para que muchos quieran seguir los pasos de la Evangelización y ellos sean perseverantes en la tarea que se ha puesto en sus manos, además les da unas instrucciones para que no se desvíen del verdadero propósito de anunciar el reino de Dios.
  • Jesucristo les recuerda que la paz que les ofrece debe permanecer en sus corazones, y debe impartirse a quienes escuchen las palabras de verdad y vida enseñadas por él, les invita a despojarse de lo material para vivir por el Evangelio, en pocas palabras los entrena en la fe y les manifiesta que no deben preocuparse por nada terrenal, que los hijos de Dios no deben tener miedo y deben arriesgar todo por su salvación y la de los demás, la recompensa no será dada en este mundo sino en el otro.
  • Hoy Dios nos invita a que nosotros cumplamos con estas instrucciones, que seamos parte de su plan salvífico, y entreguemos nuestra vida al anuncio de su reino, muchas veces no necesitamos caminar y tomar una biblia bajo nuestro brazo, a veces es fundamental practicarla para que hablen los hechos más que las palabras, debemos seguir las bienaventuranzas para entender que son reglas de oro que nos motivan a ser santos. Los apegos debemos dejarlos porque el reino de Dios no es cuestión de cosas terrenales, no se debe perder tiempo en este mundo trabajando como locos por adquirir bienes que se quedarán aquí, debemos procurar trabajar incansablemente por anunciar a Jesucristo, darlo a conocer y permitir que toda la raza humana lo ame y adore.
  • Reconocer la paz de Jesús es conocerlo y hacerlo parte de mi vida, cuando todo alrededor no ande bien debemos centrar nuestra mirada en quien da sentido a todo, nuestra misión no radica en salvarnos solo nosotros sino en ganar almas para Cristo, desvivirnos por proclamar a los cuatro vientos que Jesús vive y vivirá por siempre, busquemos primeramente el reino de Dios y todo se os dará, pidamos a Dios orantes sin descanso obreros que se preocupen por la salvación de las almas, que tenga misericordia de este mundo y de nosotros y que podamos alcanzar el conocimiento de su verdad para ser parte de su reino de amor.

  PRÁCTICA DIARIA

  • Hoy visitaré mi parroquia más cercana y me pondré al servicio de la misión.
  • San Faustina me enseña a implorar a Dios su misericordia y a conocer su amor hacia nosotros, y a orar para que Dios tenga misericordia de este mundo.

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