
SANTO DEL DÍA
SAN GERARDO SAGREDO (980-1046)
San Gerardo nació en Venecia, desde que era joven fue consagrado a Dios ingresó a la Orden de los Benedictinos, pero tiempo después abandonó el convento para realizar una peregrinación en Jerusalén, cuando pasaba por Hungría el rey Esteban tuvo admiración por el Santo y le pidió que fuese el tutor de su hijo el Beato Emeric, predicaba la palabra de Dios y tiempo después fue nombrado el primer obispo de la sede episcopal de Csanad. Se dedicó a todos aquellos que eran cristianos pero bruscos en su trato también llego a todos los considerados paganos en aquel lugar, ayudando a la conversión de muchos, fue investigador y escritor; entre sus obras se encuentran (Daniel III). Al morir el rey Esteban se presentó la persecución a los cristianos, San Gerardo ya presentía su martirio, y un día cuando celebra la misa con su gente al cruzar el rio unos soldados los tomaron por sorpresa y comenzaron a lanzarles piedras pero San Gerardo arrodillándose exclamó que Dios perdonara a sus agresores, en ese instante le atravesaron una lanza en el pecho y murió.
Evangelio del día
San Mateo 20,1-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo:
“Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido».
Ellos fueron.
Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.
Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:
“Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”.
Le respondieron:
“Nadie nos ha contratado”.
Él les dijo:
“Id también vosotros a mi viña».
Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz:
“Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”.
Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo:
“Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”.
Él replicó a uno de ellos:
“Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.
Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Jesús explica la bondad y la generosidad de Dios a través de una parábola del reino de los cielos, quiere mostrar a un Dios que no solo ofrece lo justo sino más de lo que el hombre necesita, los misterios del reino permiten revelar cuan bueno es Dios con la humanidad, un Dios que no le interesa la cantidad de horas, días, años que se utilizan para hacer el bien sino el corazón que se pone a lo que se hace con buena intención, él ve la necesidad interior del hombre, su misericordia derramada por sus hijos es incontable y difícil de calcular, Dios siente inmensa alegría por la conversión de un pecador, así sea en el ultimo momento de su vida, la salvación que Dios ofrece no esta limitada por el tiempo sino sujeta a la respuesta interior que da el ser humano a su invitación de amor.
- Jesús quiere revelar a un Dios que es libre de desbordarse de amor por esta raza pecadora, y manifiesta que llegar al reino de Dios no se trata de una competencia quien llegue primero sino que resultado han dado las obras buenas, y Dios que es misericordioso y generoso, ve el corazón contrito y humillado, dará a cada quien lo que él quiera, pues él es el dueño de todo cuanto existe incluyendo al hombre. Aquí Jesús habla de un Padre que ama, no un Dios que castiga.
- ¿Qué concepto tenemos de Dios?, pensamos a menudo que muchos de los que cometen pecados horrorosos no merecen ser salvos, los excluimos, señalamos y hasta ajusticiamos, sin entender que Jesucristo en toda su vida pública nos revelo un Dios que tiene como esencia el amor, que no se cansa de perdonar ni de invitar a su plan salvífico a tiempo y a destiempo, quizás unos se han demorado en su vida en aceptar a Jesús como su salvador y tálves otros desde el principio lo han hecho, pero quien decide darnos lo justo será Dios al final del mundo. No tenemos ningún derecho de envidiar a quien le vaya bien cuando se ha portado tan mal, sólo debemos recordar que Dios en su inmensa misericordia hace llover sobre buenos y malos al tiempo, deja crecer la cizaña y el trigo a la vez, sólo porque siendo malos o buenos al fin y al cabo somos sus hijos.
- Queridos hermanos debemos tener mucho cuidado en ignorar cuan bondadoso en nuestro Dios, sólo debemos dedicarnos a trabajar en la misión que Dios nos ha encomendado sin mirar y juzgar a los demás, sino que debemos alegrarnos por la conversión del otro, Dios Padre pagará a cada uno según lo que hallamos hecho desde el principio o a mitad o al final de nuestras vidas. No trabajemos pensando en la paga, trabajamos en la viña de este mundo sólo para tener el privilegio de ser vistos con ojos de generosidad y amor por nuestro Padre Celestial.
PRÁCTICA DIARIA
- Orar cada día para que Dios elimine de mi vida la envidia que no me deja continuar con mi proceso de conversión, ser generosos con los más necesitados de mi comunidad independientemente de que sean o no creyentes.
- San Gerardo murió defendiendo la fe, como él seamos portadores de amor, y tengamos misericordia por todos aquellos que nos hacen el mal.