
SANTO DEL DÍA
SAN NAZARIO Y CELSO (+68)
San Nazario fue hijo de un caballero pagano con mucho dinero, y su madre era una mujer fervorosa, según la tradición se dice que fue bautizado por el papa Lino, sucesor de San Pedro, cuando creció decidió dedicar su vida a salvar almas predicando sin cansancio el nombre de Jesucristo, decía que su prójimo eran sus hermanos, vendió sus pertenencias y las puso al servicio de muchos necesitados, convirtiéndose en un peregrino. Un día el gobernador escucho de él , y decidió arrestarlo para que adorase a sus dioses, pero al negarse Nazario lo flagelaron, un domingo orando en un poblado se le acerco una mujer y pidió le bautizará su hijo Celso y le infundiera la fe, Celso se convirtió en un discípulo para Nazario ambos predicaron, y con su vidas como ejemplos anunciaron a Cristo, hicieron milagros, tiempo después los encarcelaron, y luego huyeron a Milán, nuevamente siendo encarcelados a causa de la evangelización, los decapitaron en la plaza mayor de Milán.
Evangelio del día
San Mateo 13,18-23
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros, pues, oíd lo que significa la parábola del sembrador: si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino.
Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que escucha la palabra y la acepta enseguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumbe.
Lo sembrado entre abrojos significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ese da fruto y produce ciento o sesenta o treinta por uno».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Nuevamente en este Evangelio Jesús menciona los terrenos en los que la semilla de la palabra cae, y esta vez les explica claramente a sus apóstoles lo que significa la parábola del sembrador, pero antes de explicarles les dice que escuchen e interioricen lo que les quiere decir la historia. diciéndoles que la palabra cae en terrenos diferentes, pero en cada uno de ellos la semilla no dura mucho, pues el maligno y sus obras terminan acabando con lo que Dios quiere sembrar en el corazón del hombre, y esto porque su fe en él no es sólida, y la vida no esta en manos de Dios, sino que apegada a este mundo se corrompe, pero también les dice que hay un terreno que es fértil, que da mucho fruto, y es la vida de aquellos que no solo escuchan la palabra sino que la ponen en práctica, Jesucristo hace una invitación indirecta a sus seguidores para que sean terrenos fructíferos, y comprendan a lo que realmente el Señor los invita y es a trabajar sin cansancio por el anuncio de su mensaje.
- Jesús quiere preparar a sus discípulos, quiere que comprendan claramente, que la palabra dará abundante fruto si sus vidas están dispuestas a dejarse moldear por su amor, y que serán ellos los encargados de abonar otros terrenos donde producirán frutos en diferentes cantidades pero siempre conservando la semilla que fue sembrada en sus interiores, también aprovecha para alertar sobre los mecanismos que utiliza el maligno para persuadir a quienes estén dispuestos a ser terrenos fértiles.
- Jesús hoy en este evangelio me invita a que la palabra sea más comprendida que escuchada, a que la interiorice a tal punto que mis buenas obras sean el resultado de la buena semilla depositada en mi corazón, esa semilla debe tener un crecimiento constante , y para que suceda debemos abonarla, con la oración, obras de caridad, penitencia, misión, etc, que ayudarán a que cada día vayamos notando un cambio positivo en nuestro modo de pensar y actuar. Jesús nos alerta para que cuidemos de la gracia que él nos ha concedido, y es la palabra misma que nos recuerda como vencer y llegar hasta Dios, no debemos permitir que las fuerzas del mal impidan el crecimiento de mi vida espiritual , para ello debemos siempre estar en comunicación y en la presencia de nuestro creador, que nos mantendrá en el camino correcto.
- ¿Qué clase de terreno soy en este momento? ¿pienso en dejar morir la buena semilla que Jesús deposita en mi?, a lo largo de nuestra vida hemos experimentado toda clase de terrenos que Jesucristo ha mencionado en la parábola del sembrador, debemos entonces examinar, si quiero seguir anclada al pasado, o quiero permitir que Jesucristo remueva mi terreno haciendo que cambie mi corazón y pueda escuchar claramente la misión que él me ha encomendado. Son muchos los momentos en que escuchamos la palabra la recibimos, pero apenas llega la prueba nos olvidamos de la esperanza que dan las palabras de Jesús y retornamos al terreno infecundo en el que estábamos. Hoy el Señor nos motiva a que hagamos de la palabra nuestro testimonio de vida, que hagamos todo conforme a su voluntad, y también hagamos de muchos, terrenos fértiles, pero solo lo logramos manifestando las buenas obras que Jesucristo me motiva hacer a través de su agradable palabra, la clave queridos hermanos para que demos abundante fruto, y este logra la vida eterna, es vivir en las enseñanzas de Jesucristo.
PRÁCTICA DIARIA
- Leer la palabra de Dios, pero estar en constante oración, de manera que evitemos sea arrebatada de nuestro corazón y al contrario de fruto en abundancia.
- San Nazario y Celso, nos invitan a que, seguir a Cristo debe reflejarse en nuestro testimonio de vida, una vida que motiva a otros a seguir los pasos de Jesús.