SÁBADO, octava semana del tiempo ordinario (ciclo a) -03 junio, 2023

SANTO DEL DÍA

CARLOS LWANGA Y SUS COMPAÑEROS (+ 1886)

Carlos Lwanga era un joven negro de 21 años del país de Uganda y mártir de la Iglesia católica, conocido por defender y mantener sus creencias en la fe cristiana y convertir a sus compañeros al catolicismo, su cargo de jefe de los mensajeros le permitía infundir la palabra de Dios a los jóvenes con quienes compartía, en sus reuniones les recordaba la enseñanza de San Pablo en la sagradas escrituras, que “los que cometen el pecado de homosexualidad tendrán un castigo inevitable por su extravío” (Rom. 1,18). Carlos terminaba sus charlas recordando aquellas palabras de Jesús: “Al que se declare a mí favor aquí, yo me declararé a su favor en el cielo”.

 El jefe de Uganda que era homosexual quiso irrespetar al muchacho que al no acceder a sus pretensiones dio muerte junto con sus compañeros pues los jóvenes que Carlos había instruido en la doctrina de la Iglesia al enterarse de lo sucedido no sintieron temor sino que decidieron morir junto a su amigo antes de ofender a Dios.

Evangelio del día

San Marcos 11, 27-33

En aquel tiempo, Jesús y los discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos y le preguntaron: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?»
Jesús les respondió: «Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contestadme.»
Se pusieron a deliberar: «Si decimos que es de Dios, dirá: “¿Y por qué no le habéis creído?” Pero como digamos que es de los hombres…» (Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta.)
Y respondieron a Jesús: «No sabemos.»
Jesús les replicó: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.»

Palabra del Señor

MEDITACIÓN

  • Los fariseos querían tenderle trampas a Jesús pues tenían miedo de que sus argumentos perdieran poder y credibilidad ante el pueblo, es por eso que su afán por hacerle estas preguntas tenía un objetivo clave  y no precisamente era conocer la verdad, sino para condenarle.
  • Jesucristo con su respuesta ante lo que se le pregunta muestra  a la luz su autoridad mesiánica, él es el mismo Dios y  cuestionarle sus acciones no tendría ningún valor.
  • Los oponentes de Jesús veían la autoridad en su religión como objeto de disputa y no como un servicio a la fe y a la caridad.
  • Nuestra autoridad en cualquier rol que desempeñemos en nuestra cotidianidad debe manifestar la voluntad de Dios.
  • La finalidad de conocer a Jesús por medio de su palabra no debe basarse para alimentar nuestros pensamientos y argumentos sino para instruirnos en su amor, un amor que transforme y nos deje ver con claridad nuestra misión de cristianos.

PRÁCTICA DIARIA

  • Al leer la Palabra de Dios pedir la guía del Espíritu Santo que abre nuestro corazón a la conversión para ofrecer a los demás el amor de Dios, buscar la verdad y empeñarnos por hacer el bien.
  •  No entrar en argumentos ni actos de división donde se dispute la fe sino que como el mártir Carlos Lwanga seguir a Cristo solo se base en obedecer a Dios y servir a nuestros hermanos más necesitados.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *